Buenas
noches a todos,
Os
escribo por aquí porque me gustaría compartir con vosotros mi experiencia en
las prácticas con la actividad que preparé a mis alumnos de primero de primaria
en la asignatura de matemáticas. El tema era el de las figuras planas: el
triángulo, el círculo y el cuadrado. Decidí prepararme esta clase porque como
estábamos en ese momento haciendo los talleres de expertos, me pareció muy
buena idea el crear un taller de expertos en mi aula sobre las figuras planas. Al
principio, tuve ciertas dificultades a la hora de pensar las actividades y la
manera de explicarles los contenidos. Al ser de primero de primaria, las
actividades que debía llevar a cabo debían de ser todas muy prácticas, en las
que ellos pudieran manipular los objetos, tocar y sentir con sus propias manos.
Sin embargo, eso no era tarea fácil, ya que al mismo tiempo era necesario
explicarles los conceptos de manera muy concisa para que lo pudieran comprender
y entender de la mejor manera posible (qué es cada figura, cuáles son sus
características principales y las diferencias entre ellas). La idea que yo tuve
al principio fue la de explicarles, tal y como he dicho antes, de manera muy
concreta los conceptos y mientras tanto ir mostrándoselo a través de
fotografías, material creado por mi mediante recortables, goma eva… para que lo
pudieran visualizar y asimilar mejor. Como no estaba muy segura de si lo que
había planeado era lo correcto para una clase de primero de primaria, decidí
enviarle a Elsa un correo pidiéndole ayuda para preparar la clase. Tuvimos una
reunión en la cual yo le expliqué todo lo que tenía pensado hacer y ella me dio
su opinión al respecto y aparte me proporcionó gran cantidad de ideas y
consejos para llevar a cabo en mi aula que a continuación os mostraré. Después de
la reunión di un cambio radical a las actividades que había planeado e
incorporé muchísimas ideas que Elsa me enseñó.
En
todas las actividades que realicé se potenciaba y trabajaba el aprendizaje cooperativo,
dividiendo a los alumnos en grupos de siete y ocho personas.
La
primera actividad que realicé fue con unas barajas de 14 cartas o tarjetas
creadas por mí, en las cuales aparecían objetos y alimentos de la vida cotidiana
(una pizza, un salvavidas, una servilleta, un tablero de parchís, un sándwich, una señal de tráfico…)
La actividad consistía en que los alumnos tenían que clasificar por grupos lo
que aparecía en las tarjetas según la forma matemática correspondiente. Con el
objetivo de que fuese algo más fácil de entender y que fuera visual, fabriqué con Goma Eva las 3 figuras planas
(un triángulo, un círculo y un cuadrado) y las fui enseñando y pasando por las
mesas. De esta manera, los niños lo comprendieron a la perfección, tanto que
todos los grupos hicieron correctamente las agrupaciones y supieron decirme con
sus propias palabras las características del triángulo, del cuadrado y del
círculo.
Estas son fotografías de 2 de los 4 grupos una vez que habían agrupado las tarjetas según la forma matemática.
Una vez que terminamos con esta actividad, les propuse un reto:
“Chicos, mirad a vuestro alrededor, ¿alguno ve algún objeto que tenga forma de
triángulo, círculo o cuadrado?” Rápidamente empezaron a levantar la mano, y uno
a uno, fueron diciéndome lo que habían encontrado. ¡No os podéis imaginar la
cantidad de cosas que me dijeron! Parecía que nunca se acababan los objetos.
Mientras desarrollaba las actividades, aprovechaba para observar a los alumnos.
Es curioso lo bien que se ayudan entre ellos, y a pesar de lo pequeños que son, es alucinante lo mucho que saben.
Es curioso lo bien que se ayudan entre ellos, y a pesar de lo pequeños que son, es alucinante lo mucho que saben.
Para
ir finalizando la clase e ir asentando todos los conocimientos, decidí hacer
una actividad de cierre para darme cuenta de si verdaderamente habían entendido
y aprendido lo que les había explicado. Situé en la pizarra las tres figuras
planas con sus respectivos nombres encima y fui llamando aleatoriamente a los
alumnos de uno en uno para que saliesen a la pizarra y me dijeran la figura que
representaba el objeto que le había tocado (el de las tarjetas de la actividad
primera). Después de decir la figura correctamente, tenían que formar una frase
con el objeto. Por ejemplo, si en la tarjeta había un quesito, el alumno
tendría que decir que se trata de un triángulo y a continuación inventaría una
frase “Me encanta el bocata con quesitos”.
Como
todavía quedaban unos minutos para que acabara la clase, les pedí a los alumnos
que escribieran en su cuaderno el nombre de las figuras planas y a continuación
pusieran debajo su dibujo.


Estas
actividades las hice en primer lugar, en mi clase de prácticas que es 1ºB.
Mientras estaba en el recreo con los demás profesores se me acercó la tutora de
la clase de al lado y me pidió que por favor la hiciera también en su clase por
lo mucho que le había gustado a mi profesora y a los alumnos. Me gustaría
comentaros que todo salió de maravilla, los niños disfrutaron muchísimo, y lo
más importante, aprendieron. Fue muy gratificante para mí que tanto mi tutora,
Nuria, como Susana me felicitaran por mi trabajo y esfuerzo. Por ello, ¡os animo a todos a que viváis esta experiencia!
Muchas
gracias por vuestra atención, feliz año y suerte con los exámenes.
Un abrazo,
Mª
Carmen Aneiros Tarancón
Excelente trabajo Mª Carmen. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo en el blog.
No estoy segura si lo hablamos pero te invito a que ahora que ya habéis finalizado la actividad, prepares un mural con papel continuo en el que pegues la misma tabla que hay en la foto de la pizarra pero que las tres figuras de color rojo, amarillo y verde, en lugar de pegarlas de forma fija, las pongas sujetas al papel continuo (o cartulina) con un encuadernador taladrado en el centro de modo que al pasar los niños a su lado, se sientan tentados a girarlas. De este modo se darán cuenta de que el círculo no cambia nunca aunque se gire pero que el triángulo y el cuadrado sí... además, se acostumbrarán a ver que el cuadrado en alguna de sus posiciones al girarlo toma una forma que ellos identificarán en el futuro como un cuadrado pero que en muchos casos suelen confundir con un rombo porque no se han acostumbrado a ver nunca a un cuadrado en una posición que no sea con los lados paralelos a los bordes del papel...
Si te animas y haces esta nueva actividad de cierre, observa si los niños interactúan con el mural y aprovecha para hacerles preguntas sobre estos aspectos que te comento... luego, ¡cuéntanoslo en este mismo blog y sube una foto del mural con sus "manitas" girando las figuras!
Seguimos atentos